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Nota publicada en La Prensa el 1° de julio de 2018
Pleno empleo y sueldos altos
La brecha entre lo que un trabajador cobra y lo que el empleador desembolsa en la Argetina es la más grande del mundo. Por eso hay que eliminar todas las contribuciones y retenciones laborales excepto un 10% para el Anses. El fuero laboral es un cementerio de pymes.
Por Iris Speroni *
La Argentina no crece desde hace seis años. Sólo con la exportación como locomotora de la economía lograremos crecimiento sostenido, como explicamos en un artículo anterior. El crecimiento sostenido en un país con tan poca población, es lo que nos garantiza pleno empleo. Y el pleno empleo es la única manera genuina de obtener sueldos con alto poder adquisitivo.
Para que el país pueda dedicarse a la exportación y por lo tanto crecer y lograr el ansiado pleno empleo debe tener buenos fletes y puertos, bajar los impuestos y eliminar los impuestos al trabajo.
Mercado Laboral
La República Argentina se caracterizó desde fines del siglo XIX por altos niveles salariales, de lo que se quejaba amargamente Miguel Cané. Los sueldos altos eran el resultado de una economía en crecimiento y con insuficientes brazos. Esta competencia por el bien escaso (el trabajo) llevaba los sueldos a la alza a pesar de la constante corriente inmigratoria que no cedió hasta hoy.
El país no goza del pleno empleo -situación impensada décadas atrás - y los salarios no son buenos, excepto en el Estado y en este último caso sólo en algunos puestos.
Además el mercado laboral se encuentra descompensado por innumerables distorsiones infligidas por el Estado. La primera de ellas son los planes sociales, que obligan a una persona a elegir entre un salario formal y el cobro del subsidio lo que los empuja a la informalidad con el fin de no perder un ingreso seguro. Luego es el Estado como gran empleador que en determinadas profesiones (como medicina y docencia) impone salarios testigo. Por último están las innumerables reglamentaciones para tener personal en blanco por parte de privados que dificultan sobremanera la contratación. Y no me refiero únicamente a la carga impositiva sobre el trabajo sino a los cientos de trámites que deben llevarse a cabo.
Pleno Empleo
Recalco que el pleno empleo es la manera de lograr que la población obtenga sueldos altos por su labor. La única forma genuina.
La principal distorsión del mercado laboral argentino es la diferencia de dinero entre el costo del empleado para el empleador y el salario de bolsillo que el trabajador percibe. Al trabajador el único dinero que le importa es el que cobra. Ese dinero constituye su capacidad de compra y de ahorro (si pudiera). Todos los otros costos asociados no le importan. Y hace bien.
Al empleador lo que le importa es cuánto le cuesta el trabajador. No le importa si ese dinero se lo lleva el Estado o el trabajador. Según ese costo decide si contratar o no más personal o si despedir el que tiene.
La brecha entre lo que un trabajador cobra y lo que el empleador desembolsa es la más grande del mundo. No hay otra país que tenga tal diferencia. Ese dinero (la diferencia entre el costo laboral y el salario de bolsillo) es dinero que se lleva en su mayoría el estado y en menor medida quioscos prebendarios de particulares.
Por lo que la primera propuesta para lograr el pleno empleo es eliminar todas las contribuciones y retenciones laborales excepto un 10% para el Anses.
Los trabajadores perciben el 83% de su salario bruto menos ganancias, si les corresponde. Ya propuse eliminar ganancias sobre salarios - porque el salario no es ganancia -, ahora propongo eliminar todos los otros descuentos, por lo que el trabajador pasaría a percibir el 100% de su salario bruto. Un aumento inmediato de salario de bolsillo que va desde 20% para quienes no pagan ganancias a mucho más para quienes sí lo hacen. El pago al sindicato lo haría directamente desde su cuenta bancaria por débito automático.
Al empleador se le eliminaría todas las contribuciones excepto un 10% para el Anses y la ART. La salud, al igual que el salario familiar, debe solventarse con fondos del Tesoro.
Esto haría que un sobrecosto del 32% + ART se reduzca para el empleador a 10% + ART. Es un incentivo para la generación de empleo.
Luego deben evaluarse la continuidad de las reglamentaciones formales (formularios, libros, etc.) que implican una carga administrativa infranqueable para las pymes.
CEMENTERIO DE PYMES
El fuero laboral es un cementerio de Pymes. El sistema presente no cuida al trabajador de los malos empleadores (los que no pagan horas extras, los que maltratan al personal, los que no los declaran) y al mismo tiempo es una trampa cazabobos que sólo beneficia a los abogados laboralistas -en general en relación con los sindicatos-. Un juicio laboral equivale a la quiebra para cualquier pequeño local o taller o PyMe.
Por lo que hay que buscar un sistema que proteja al trabajador exante y no un sistema resarcitorio inmanejable que sólo beneficia a los abogados.
Además, el derecho laboral, en las últimas décadas derivó a un delirio, donde no hay derecho de defensa ni se meritúa la prueba, con indemnizaciones delirantes y desproporcionadas. Urge dar un baño de sentido común en el tema.
NOVEDAD NEFASTA
Actualmente hay alto desempleo, lo que constituye una novedad en la Argentina. Desde el nacimiento de la Nación hasta el gobierno del Dr Menem el país siempre gozó de pleno empleo.
Vivimos la inconsistencia de altas tasas de desempleo y flujos inmigratorios constantes, cuando estos últimos fueron pensados para compensar la falta de mano de obra. El imán inmigratorio hoy son los subsidios varios que ofrecen los gobiernos.
Por lo que se propone para reducir el desempleo en su totalidad: todas las medidas descriptas en los párrafos anteriores, que serán de alto impacto y rápida respuestas, más un cambio en el contrato de trabajo para los nuevos empleados.
Propongo que para los nuevos empleos no exista la antigüedad. El concepto de antigüedad rigidiza el mercado de trabajo. Lo mejor garantía de no abuso al empleado y de subas salariales es el pleno empleo, es la seguridad del trabajador de poder mandar al demonio a su patrón y encontrar un nuevo trabajo a la brevedad. Nada da tanta seguridad a una persona como eso. El resto son parches insuficientes.
La antigüedad encadena a un empleado a un trabajo tal vez no deseado y genera un sobrecosto al empleador que incentiva no contratar nuevos trabajadores.
Por lo que se propone que no exista el concepto de antigüedad ni para la remuneración ni para el cálculo de indemnización para los nuevos empleos. Va a eliminar uno de los grandes impedimentos a la contratación de personal y por lo tanto, junto a las restantes medidas propuestas, generar empleo.
Es una canallada sugerir como única posibilidad para tener industria en la Argentina que los salarios bajen a niveles de Brasil o peor aún, China.
El conjunto de medidas expuesto en las tres últimas entregas en este suplemento (1): bajar impuestos, mejorar los fletes, eliminar los impuestos al trabajo propiciarán el crecimiento y la prosperidad de la Nación.
* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.
Por Iris Speroni *
La Argentina no crece desde hace seis años. Sólo con la exportación como locomotora de la economía lograremos crecimiento sostenido, como explicamos en un artículo anterior. El crecimiento sostenido en un país con tan poca población, es lo que nos garantiza pleno empleo. Y el pleno empleo es la única manera genuina de obtener sueldos con alto poder adquisitivo.
Para que el país pueda dedicarse a la exportación y por lo tanto crecer y lograr el ansiado pleno empleo debe tener buenos fletes y puertos, bajar los impuestos y eliminar los impuestos al trabajo.
Para que el país pueda dedicarse a la exportación y por lo tanto crecer y lograr el ansiado pleno empleo debe tener buenos fletes y puertos, bajar los impuestos y eliminar los impuestos al trabajo.
Mercado Laboral
La República Argentina se caracterizó desde fines del siglo XIX por altos niveles salariales, de lo que se quejaba amargamente Miguel Cané. Los sueldos altos eran el resultado de una economía en crecimiento y con insuficientes brazos. Esta competencia por el bien escaso (el trabajo) llevaba los sueldos a la alza a pesar de la constante corriente inmigratoria que no cedió hasta hoy.
El país no goza del pleno empleo -situación impensada décadas atrás - y los salarios no son buenos, excepto en el Estado y en este último caso sólo en algunos puestos.
Además el mercado laboral se encuentra descompensado por innumerables distorsiones infligidas por el Estado. La primera de ellas son los planes sociales, que obligan a una persona a elegir entre un salario formal y el cobro del subsidio lo que los empuja a la informalidad con el fin de no perder un ingreso seguro. Luego es el Estado como gran empleador que en determinadas profesiones (como medicina y docencia) impone salarios testigo. Por último están las innumerables reglamentaciones para tener personal en blanco por parte de privados que dificultan sobremanera la contratación. Y no me refiero únicamente a la carga impositiva sobre el trabajo sino a los cientos de trámites que deben llevarse a cabo.
Pleno Empleo
Recalco que el pleno empleo es la manera de lograr que la población obtenga sueldos altos por su labor. La única forma genuina.
La principal distorsión del mercado laboral argentino es la diferencia de dinero entre el costo del empleado para el empleador y el salario de bolsillo que el trabajador percibe. Al trabajador el único dinero que le importa es el que cobra. Ese dinero constituye su capacidad de compra y de ahorro (si pudiera). Todos los otros costos asociados no le importan. Y hace bien.
Al empleador lo que le importa es cuánto le cuesta el trabajador. No le importa si ese dinero se lo lleva el Estado o el trabajador. Según ese costo decide si contratar o no más personal o si despedir el que tiene.
La brecha entre lo que un trabajador cobra y lo que el empleador desembolsa es la más grande del mundo. No hay otra país que tenga tal diferencia. Ese dinero (la diferencia entre el costo laboral y el salario de bolsillo) es dinero que se lleva en su mayoría el estado y en menor medida quioscos prebendarios de particulares.
Por lo que la primera propuesta para lograr el pleno empleo es eliminar todas las contribuciones y retenciones laborales excepto un 10% para el Anses.
Los trabajadores perciben el 83% de su salario bruto menos ganancias, si les corresponde. Ya propuse eliminar ganancias sobre salarios - porque el salario no es ganancia -, ahora propongo eliminar todos los otros descuentos, por lo que el trabajador pasaría a percibir el 100% de su salario bruto. Un aumento inmediato de salario de bolsillo que va desde 20% para quienes no pagan ganancias a mucho más para quienes sí lo hacen. El pago al sindicato lo haría directamente desde su cuenta bancaria por débito automático.
Al empleador se le eliminaría todas las contribuciones excepto un 10% para el Anses y la ART. La salud, al igual que el salario familiar, debe solventarse con fondos del Tesoro.
Esto haría que un sobrecosto del 32% + ART se reduzca para el empleador a 10% + ART. Es un incentivo para la generación de empleo.
Luego deben evaluarse la continuidad de las reglamentaciones formales (formularios, libros, etc.) que implican una carga administrativa infranqueable para las pymes.
CEMENTERIO DE PYMES
El fuero laboral es un cementerio de Pymes. El sistema presente no cuida al trabajador de los malos empleadores (los que no pagan horas extras, los que maltratan al personal, los que no los declaran) y al mismo tiempo es una trampa cazabobos que sólo beneficia a los abogados laboralistas -en general en relación con los sindicatos-. Un juicio laboral equivale a la quiebra para cualquier pequeño local o taller o PyMe.
Por lo que hay que buscar un sistema que proteja al trabajador exante y no un sistema resarcitorio inmanejable que sólo beneficia a los abogados.
Además, el derecho laboral, en las últimas décadas derivó a un delirio, donde no hay derecho de defensa ni se meritúa la prueba, con indemnizaciones delirantes y desproporcionadas. Urge dar un baño de sentido común en el tema.
NOVEDAD NEFASTA
Actualmente hay alto desempleo, lo que constituye una novedad en la Argentina. Desde el nacimiento de la Nación hasta el gobierno del Dr Menem el país siempre gozó de pleno empleo.
Vivimos la inconsistencia de altas tasas de desempleo y flujos inmigratorios constantes, cuando estos últimos fueron pensados para compensar la falta de mano de obra. El imán inmigratorio hoy son los subsidios varios que ofrecen los gobiernos.
Vivimos la inconsistencia de altas tasas de desempleo y flujos inmigratorios constantes, cuando estos últimos fueron pensados para compensar la falta de mano de obra. El imán inmigratorio hoy son los subsidios varios que ofrecen los gobiernos.
Por lo que se propone para reducir el desempleo en su totalidad: todas las medidas descriptas en los párrafos anteriores, que serán de alto impacto y rápida respuestas, más un cambio en el contrato de trabajo para los nuevos empleados.
Propongo que para los nuevos empleos no exista la antigüedad. El concepto de antigüedad rigidiza el mercado de trabajo. Lo mejor garantía de no abuso al empleado y de subas salariales es el pleno empleo, es la seguridad del trabajador de poder mandar al demonio a su patrón y encontrar un nuevo trabajo a la brevedad. Nada da tanta seguridad a una persona como eso. El resto son parches insuficientes.
La antigüedad encadena a un empleado a un trabajo tal vez no deseado y genera un sobrecosto al empleador que incentiva no contratar nuevos trabajadores.
Por lo que se propone que no exista el concepto de antigüedad ni para la remuneración ni para el cálculo de indemnización para los nuevos empleos. Va a eliminar uno de los grandes impedimentos a la contratación de personal y por lo tanto, junto a las restantes medidas propuestas, generar empleo.
Es una canallada sugerir como única posibilidad para tener industria en la Argentina que los salarios bajen a niveles de Brasil o peor aún, China.
El conjunto de medidas expuesto en las tres últimas entregas en este suplemento (1): bajar impuestos, mejorar los fletes, eliminar los impuestos al trabajo propiciarán el crecimiento y la prosperidad de la Nación.
* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.
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